Millones de integrantes la ‘gran familia cripto’ a nivel global siguen hablando de ello. Es uno de los temas que aún hoy está acaparando toneladas virtuales de comentarios en salas de chats, páginas especializadas, blogs, etc… porque ‘el gran momento’ finalmente ha ocurrido. Hace escasos días Ethereum Foundation -organismo que impulsó Ethereum, ETH, la segunda mayor criptomoneda del planeta después de Bitcoin- concretó ‘The Merge’ (nada menos que ‘La Fusión’ entre sus dos modelos operativos o de trabajo).
Este evento era aguardado con suma expectación a nivel mundial: el sector de las criptomonedas ha padecido un 2022 negro. Un tremendo terremoto evaporó casi un billón de dólares del mercado, triturando los ahorros de miles de personas. Asimismo, decenas de empresas de la constelación cripto se fueron a la quiebra.
Por ello, la esperada actualización del software de ETH, que constituye la columna vertebral tecnológica de miles de criptoproyectos, era considerara por muchos como una eventual ‘tabla de salvación’. Sabemos que Ethereum, plataforma creada en 2013 por el entonces adolescente Vitalik Buterin (hoy programador multimillonario), es una cadena de bloques, una especie de libro de contabilidad público donde se registran los intercambios de monedas digitales.
‘The Merge’, por su parte, venía siendo analizada desde hace más de 8 años: la transición permite desde ahora modificar el sistema de recompensas de los llamados en la jerga ‘criptomineros’, los encargados de validar las transacciones y generar nuevos bloques en la blockchain. El proceso no representa una mera anécdota… Ha demandado mucho tiempo por el alto riesgo que conllevaba: una operación fallida podría haber paralizado miles de proyectos criptográficos y provocar una caída aún más estrepitosa del mercado. Hay que recordar que las miles de aplicaciones de criptomonedas que funcionan con Ethereum manejan, en conjunto, cerca de 50.000 millones de euros en fondos de usuarios.
De la prueba de trabajo a la de participación, sin conseguir aún los resultados esperados
Ethereum finalmente ha cambiado su sistema de minado, que ha mutado del formato de ‘prueba de trabajo’ (proof of work, en inglés), que utilizaba un algoritmo de consenso común basado en complejos cálculos matemáticos (por los que los mineros reciben recompensas), al modelo de ‘prueba de participación’ (proof of stake).
Este último se vale del número de criptomonedas del minero para validar las transacciones y crear nuevos bloques en la blockchain y así recibir las recompensas. De esta forma, según sus impulsores, con ‘The Merge’ se apuesta por un ‘formato’ mucho más eco-friendly: se ha dejado de emplear un modelo muy criticado por su alto impacto sobre el medioambiente, debido al gran gasto energético que supone, por otro menos contaminante, al no necesitar de tanta potencia informática para resolver los cálculos criptográficos. La nueva infraestructura tecnológica fue diseñada precisamente con el fin de reducir más del 99 por ciento de su consumo de energía.
Si bien este cambio es muy trascendente (gestionar la red consumía lo mismo que países enteros como Chile, Israel o Irlanda, por ejemplo), por ahora no ha arrojado los resultados esperados. Desde la Fusión la cotización de Ethereum ha caído en torno al 17%.
Para entenderlo de manera más sencilla, Ethereum funcionaba hasta hace días con un modelo operativo llamado “prueba de trabajo” (al igual que bitcoin, la criptomoneda original). Este sistema consiste en lo siguiente: las transacciones con criptomonedas se procesan mediante una red dispersa de ordenadores. Cualquiera puede conectar una máquina a esta red y activar un programa que resuelva ‘rompecabezas’ complicados. Ese proceso de alto consumo energético estaba diseñado para verificar las criptotransacciones y garantizar que las personas que envían dinero tengan los fondos necesarios para hacerlo. Los ordenadores competían por el privilegio de verificar estas transacciones porque ganan criptomonedas como recompensa. Esta actividad se conoce en la jerga de la industria como “minería”.
Los algoritmos, en la estructura medular para la minería de criptomonedas
El vocablo ‘algoritmos’ destacado más arriba no es casual. Está asociado de manera inevitable al andamiaje y la estructura medular para el funcionamiento de la minería de las criptomonedas. De manera decisiva, la tecnología sostiene y abre paso al futuro de estas divisas. La red Ethereum, que constituye una cadena de bloques que funciona para una infinitud de criptomonedas o tokens -algunas de ellas se sitúan entre las principales del mercado- se sostiene y alimenta precisamente de algoritmos estratégicos.
En otras palabras, el gran evento ‘The Merge’ de la plataforma criptográfica más popular de la Tierra no fue otra cosa que una colosal y compleja actualización de su software.. y de sus algoritmos.
Como bien explica en este artículo David Yaffe-Bellany, periodista especializado que cubre la sección de criptomonedas y Fintech en The New York Times, tras actualizarse (con algoritmos específicos que han sido testeados previamente durante al menos cinco años), esta iniciativa pretende brindar beneficios a largo plazo. Reducir las elevadas comisiones que se cobran por realizar transacciones en Ether es otro de ellos.
Según define la Real Academia Española, ‘algoritmo’ es un “conjunto ordenado de operaciones sistemáticas que permite hacer un cálculo y hallar la solución de un tipo de problemas”. En blockchain los algoritmos de minería son los algoritmos o funciones que hacen posible la tarea de realizar la minería de criptomonedas. Existen muchos, y cada uno tiene sus características propias adaptadas a las criptomonedas que hacen uso de los mismos.
Estos algoritmos cumplen funciones criptográficas hash muy complejas. Hash es un algoritmo matemático que transforma cualquier bloque arbitrario de datos en una nueva serie de caracteres con una longitud fija. ¿Su misión? Pueden ajustar la dificultad de minería. Es decir, este proceso le sirve para hacer más o menos difícil decodificar los rompecabezas que deben ser resueltos por los mineros.
Ethash, el ‘histórico’ algoritmo estrella de Ethereum
En el caso de Ethereum, el propio Buterin creó Ethash, que venía siendo su algoritmo estrella. “Una de sus principales características es su alta exigencia de memoria gracias al uso de un DAG ampliado para la minería. En principio, Ethash fue diseñado para evitar la minería ASIC, aunque eso hace mucho tiempo que dejó de ser un problema para los ASICs modernos. Sin embargo, el coste de memoria es tan alto que la minería Ethash aún es posible de realizar con GPUs, donde estas se ven beneficiadas por la gran cantidad de memoria que tienen, lo que facilita la creación del DAG para la minería”, señala el sitio especializado bit2me Academy al describir el ‘Top Algoritmos de minería más utilizados en blockchain’.
Hay otros algoritmos de minería claves a nivel histórico, desde que florecieron los primeros pétalos del mundo cripto, y más recientes, en permanente evolución. SHA-256, el algoritmo de Bitcoin, permite tomar una determinada cantidad de información y resumirla en un bloque alfanumérico único con 64 caracteres de extensión que se genera de forma determinista. Esto significa que si se introduce un mismo dato infinidad de veces tendrá la misma salida en cada una de las ocasiones.
El SHA-256 fue diseñado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos y publicado por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) en el año 2001. Entre los proyectos de criptomonedas que usan SHA-256 como algoritmo de minería figuran (además de Bitcoin), Bitcoin Cash, Bitcoin SV, Namecoin (usando merged mining), RSK (merged mining) y Stacks (merged mining).
Cryptonight es otro de los algoritmos más destacados, creado para monedas anónimas. Es un algoritmo único por una razón bien conocida en la comunidad cripto: está pensado para facilitar la construcción de monedas anónimas.
Hay otros algoritmos de minería muy consolidados. Por citar solo algunos, destaca CuckooCycle (algoritmo de minería de PoW utilizado por el proyecto Aeternity). O Cuckaroo, un algoritmo de minería utilizado por monedas de privacidad como Grin y MimbleWimble. Beam, por su parte, es el algoritmo de minería usado por la criptomoneda de privacidad Beam. Este algoritmo es un derivado del mencionado Equihash y está diseñado para ser usado en GPUs.
Tras años de pruebas, la hora de la verdad llegó y abre nuevas posibilidades
Los criptoingenieros de la Fundación Ethereum han realizado pruebas por años con el fin de prepararse para La Fusión que finalmente concretaron. En diciembre de 2020, esos programadores dieron un gran paso al lanzar una criptoplataforma llamada Beacon Chain, un sistema de prueba de apuestas diseñado para proporcionar la base de un Ethereum actualizado.
“No hemos hecho esto a la ligera. Ha habido una innumerable cantidad de ingeniería y pruebas y vetos académicos”, ha destacado Danny Ryan, un investigador de la Fundación Ethereum que ha trabajado en la plataforma desde 2017. La hora de la verdad ya ha llegado… Ahora habrá que esperar cómo evolucionan (si es que lo consiguen) los acontecimientos, con nuevas etapas previstas en el horizonte.
POR SEBASTIÁN FERNÁNDEZ